–Hoy me noto raro. –¿Qué te sientes? –Eso es que no me siento nada. Ningún dolor, ninguna molestia. –Deberías ir al médico y pedir un volante para el radiólogo. –Sí y que me escaneen el alma.
En el hormiguero hay una pareja que hace el amor todas las tardes después de ducharse. Primero se lava él y a continuación lo hace ella que es quien limpia la ducha. Es una hormiguita que pasa desapercibida en la inmensidad de la urbe mirmecológica pero llena de encanto y con una bonita sonrisa. Su belleza es hiriente y refinada. Le declararía mi amor si no fuera entomólogo.