Escriturar



Comenzó a escribir su vida y contó, con pelos y señales, cada detalle. Perfeccionó su método y acabó por anotar cada segundo de su existencia. Necesitaba otra vida para escribir su vida sin apreciar que la escritura de sus hechos era la experiencia misma de vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La propia experiencia nos delata, nos hace ser lo que somos en realidad, la vida misma es como un sueño, la mitad de las cosas que haces jamás las recordarás. Escribirla sería una aventura que acabaría por volverte loco.
Interesante reflexión. Un saludo.