La libreta digital
Mendigo
Aquel hombre sentado en el suelo de una calle céntrica, mugriento y pedigüeño, no quería dinero. Escrito a mano, con trazos de ansiedad, sobre un trozo de cartón se podía leer: dame tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario